A mí me importa: La Chalota

La Chalota es un proyecto responsable y coherente, que busca producir y motivar el consumo de alimentos de los cuales conocemos el origen, para que así el consumidor final sepa qué es lo que está comiendo, de dónde viene, cómo fue hecho, algo que se ha perdido
mucho actualmente.
Promovemos el consumo de ingredientes locales frescos que cocinamos minuciosamente, así se deja ver nuestro respeto por la tierra, el trabajo y la buena cocina.
Mí principal inspiración para entrar al mundo de los alimentos fue la Eu, mi “mama”, que sin seguir recetas y con la medida del “tú vas viendo” me enseñó a respetar los puntos de cada preparación y a entregar cariño a través de la cocina. Así, transformó un ligero interés en una pasión y mi principal forma de comunicación y sustento. Produzco alimentos porque es lo que más me gusta hacer. Partir el día en el gallinero me alegra cada mañana, y la dedicación a la huerta es mi principal forma de relajo.

La Chalota, ubicada en Puerto Varas, se relaciona con emprendedores locales que como nosotros, buscan generar un cambio en nuestro entorno y ser un aporte a la comunidad a partir de una alimentación más consciente. Cultivamos hortalizas de todo tipo, papas, porotos, arvejas, habas, flores, espárragos, alcachofas, zapallos, pepinos, tomates y todo tipo de hierbas. Nos basamos en el ciclo lunar y trabajamos de forma orgánica y sustentable, libre de pesticidas y de cualquier químico. Generamos nuestro compost, para lo cual nuestras gallinas son un aporte esencial. Compramos a La Minga los productos que no nos alcanzan y los que no alcanzamos a producir. Compramos a El Reinal nuestra carne y a Almapan nuestro pan.

Cocinamos platos caseros que vendemos congelados y sellados al vacío; ensaladas, sándwiches, lasañas, quiches, café y repostería. Me encanta entregar amor a través de un buen plato de comida casera. Me gusta trabajar con un equipo de gente motivada en entregar lo mejor. Me enorgullece el manejo orgánico y sustentable de la huerta, el cuidado a las gallinas que se alimentan de maíz y de la proteína más sustentable del mundo, f4f, otro proyecto notable que promueve la economía circular. Y, en general, la búsqueda incansable por una alimentación más consciente.

Uno de nuestros mayores obstáculos es la poca oferta de emprendimientos que persigan nuestro mismo sueño… En la producción de lácteos, por ejemplo, es una búsqueda que aún no termina.
Una de mis mayores recompensas en nuestro rubro es el sentir que contribuyo con un grano de arena en generar conciencia y hacer lo que me gusta con la convicción de que es lo correcto. En alguna de las iniciativas comunitarias que estoy involucrada es en el habitual trueque de semillas. En nuestro local regalamos la borra de café y las cáscaras de nuestros huevos para ayudar a combatir orgánica y efectivamente las plagas. Y como apasionada en estos temas, enseño y capacito a todo el que me lo pida.

Invito a todos a iniciar o continuar la búsqueda de una mejor alimentación, más sana y consciente, lo que no es sinónimo de desabrida, como muchos piensan. En cualquier espacio, por mínimo que sea, puedes sembrar hortalizas y hierbas y ver lo satisfactorio que es ese proceso y lo distinto que es su sabor en comparación a la que se compra en un supermercado.
www.lachalota.cl @lachalota